Les informo que esta noche incluimos en nuestra carta de caldos un excelente ejemplar, que se encontrará a entera disposición de nuestros comensales mas excelentes. Se trata de Pago de Cañerías una remesa joven perteneciente a la excelente cosecha de este año, original de las bodegas de Canal de Isabel II. Entre las bondades de este decantado se encuentra un gran equilibrio y finura, con aromas suaves y limpio en sugerencia nasal, de lagrima fina y con brillos plateados, envolvente, fresco y de final ligero.
A continuación paso a detallarles el menú de esta noche.
Entre los primeros se encuentran:
Una ligera selección de crujientes verdes crudos al punto de sal.
Delicioso fumet de concentrado de carnet clarificado al gratén de deconstrucción de pan.
Y el famoso crujiente de patata frita acompañado con mousse de tomate al ketchup.
De segundo planto, les ofrecemos:
La especialidad de la casa, el emplatado de Carpaccio de mortadela con bisel de olivas.
Refrescantes espárragos a la argenteuil acompañado con emulsión de huevo al oleo.
Y como novedad, los espadines de mejillón ensartados en peana cúbica de queso Gouda.
Para finalizar, la guinda de los postres:
Chupito de reducción de leche mediante baño maría.
Y suculenta crema de leche con cacao desleído con topping de cereal.
¿Cuales de nuestras exquisiteces tomarán los señores esta noche?
b l o g s f e m i a s
viernes, 5 de noviembre de 2010
viernes, 4 de septiembre de 2009
Rockstar
Sentado en aquel taburete, alzó la vista y pensó: "Una vez más, dando la espalda al mundo".
Se encontraba en una de las muchas barras de bar que a lo largo de su vida le habían sostenido mientras sorbía un cigarrillo y se refrescaba con una rica cerveza, pero esta vez la barra no era extraña, era la barra de su casa, la barra del bar del local de ensayo.
Entre las cortinas de su grisácea melena, observaba como el vaso empezaba a sudar y algunas gotas suicidas se precipitaban hacia la madera, limpió algunas de ellas con el dorso de la mano y entre dientes escupió: "Maldito calor".
Se preguntó cuánto tiempo habría pasado allí, cuantas horas de su vida en aquel local, cuantos minutos durante días en aquella barra y cuantos segundos a lo largo de las horas con aquella gente. Angustiado por este pensamiento, encontró en el cigarrillo la excusa perfecta para respirar hondo y suspirar.
¿Por qué no ha funcionado en todos estos años?
¿Será verdad que ha muerto el Rock'n'Roll?
¿Qué hay del encanto?¿Qué hay de las leyendas?
¿Habré perdido el tiempo aquí sentado?
Cuando la nube de humo se desvaneció, y con ella sus pensamientos, notó como una lagrima que se acababa de arrastrar por su mejilla se precipitaba contra la madera, la limpió con el dorso de la mano y entre dientes volvió a escupir: "Maldito calor".
Se puso en pie, acercó el cigarrillo a la boca y aspiró hasta que el emblema de la marca comenzó a arder, aplastó dos monedas contra la barra y se dijo: "Let's rock".
Se encontraba en una de las muchas barras de bar que a lo largo de su vida le habían sostenido mientras sorbía un cigarrillo y se refrescaba con una rica cerveza, pero esta vez la barra no era extraña, era la barra de su casa, la barra del bar del local de ensayo.
Entre las cortinas de su grisácea melena, observaba como el vaso empezaba a sudar y algunas gotas suicidas se precipitaban hacia la madera, limpió algunas de ellas con el dorso de la mano y entre dientes escupió: "Maldito calor".
Se preguntó cuánto tiempo habría pasado allí, cuantas horas de su vida en aquel local, cuantos minutos durante días en aquella barra y cuantos segundos a lo largo de las horas con aquella gente. Angustiado por este pensamiento, encontró en el cigarrillo la excusa perfecta para respirar hondo y suspirar.
¿Por qué no ha funcionado en todos estos años?
¿Será verdad que ha muerto el Rock'n'Roll?
¿Qué hay del encanto?¿Qué hay de las leyendas?
¿Habré perdido el tiempo aquí sentado?
Cuando la nube de humo se desvaneció, y con ella sus pensamientos, notó como una lagrima que se acababa de arrastrar por su mejilla se precipitaba contra la madera, la limpió con el dorso de la mano y entre dientes volvió a escupir: "Maldito calor".
Se puso en pie, acercó el cigarrillo a la boca y aspiró hasta que el emblema de la marca comenzó a arder, aplastó dos monedas contra la barra y se dijo: "Let's rock".
jueves, 25 de junio de 2009
La corrida del telón
Al correrse el telón, y he de aclarar, que no por el caprichoso resultado del alivio manual de un tramoyista pervertido, comienza la exposición.
Las lámparas de la sala guiñan sus ojos a los espectadores mientras llega a su fin la última pieza de la banda del murmullo, empujando a los presentes a experimentar la paradoja de sentir, en la ausencia de los sentidos.
Las lámparas de la sala guiñan sus ojos a los espectadores mientras llega a su fin la última pieza de la banda del murmullo, empujando a los presentes a experimentar la paradoja de sentir, en la ausencia de los sentidos.
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